ABORTOS CLANDESTINOS EN EL BAÑO DE MAMÁ

No deja de ser sospechosa la cerrazón de ciertos sectores respecto al tema del aborto, ahora por la reforma legislativa. La realidad es hoy que los abortos en los términos aprobados por la Ley ya se practican; lo que se puede conseguir gracias a ella es que esta práctica no suponga un riesgo elevado para la salud de la "madre", en determinados casos.
Por otro lado, tenemos la mentira del consentimiento paterno, más que la mentira la hipocresía; veamos: la nueva ley permite a la embarazada mayor de 16 años abortar sin consentimiento paterno (¡horror de la derecha!; ¿por qué el padre en la idiosincrasia diestra tiene esa necesidad de -divina- omnipotencia?). La cuestión es que negar esta posibilidad implica que los padres puedan obligar a una hija a seguir adelante con un embarazo que no quiere (además de que, lógicamente, acudirá a otras vías menos salubres para su interrupción, con lo cual el final nos remite al comienzo: el eterno retorno, que diría Nietzsche).
Y un matiz postrero, probablemente menor: ¿requiere mayor madurez ser sometida a un aborto o criar un hijo?